Pasar al contenido principal

28-oct.-2025, martes de la 30.ª semana del T. O.

"No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca". (Juan 15, 16)

Te damos gracias, Señor, por nuevo día que nace para cada uno de nosotros y —ante todo— porque comenzamos nuestro caminar con un testimonio muy hermoso y es el de tus apóstoles Simón y Judas. 

Como discípulos tuyos fueron generosos al escuchar tu voz y al oír tu llamado “sígueme”; hoy queremos seguir su ejemplo y su testimonio de vida. Aunque poco conocemos sobre estos apóstoles, tenemos la confianza que sus vidas siguen siendo un testimonio de entrega y disponibilidad por haber sido tus discípulos. El apodo “Zelote” indica probablemente que Simón había pertenecido al grupo de antirromanos antes de convertirse en apóstol. Judas, hermano de Santiago y llamado también Tadeo, te preguntó después de la Última Cena cómo tú mismo podrías mostrarte como Mesías sin usar la fuerza. Le respondiste que los creyentes te aceptarían por tu amor. 

Al comenzar nuestras actividades, Señor, te pedimos generosidad de corazón, disponibilidad de espíritu, paciencia, humildad y sencillez para que a, ejemplo de Simón y Judas vayamos proclamando las maravillas de tu amor en solidaridad y fraternidad; que sintamos en nuestros corazones la fe y el optimismo puestos en Ti, porque sabemos que tú nos guiarás, nos acompañarás y pondrás en nuestros labios las palabras de esperanza para llevarlas a nuestros hermanos; con oídos en el corazón para escuchar cuando nos llames por nuestro nombre, como tú llamaste a tus discípulos y decirte: “Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo, has dicho mi nombre”. Bendícenos, guárdanos y protégenos abundantemente . Amén. 

A ti, oh, Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos; a ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles, Señor.

Un muy feliz y vocacional martes. 

ORACIÓN 

Señor, tú subías al monte para orar y pasabas la noche en diálogo con el Padre. En ese silencio encontraste la fuerza para elegir, para discernir y amar sin medida. Hoy quiero seguir tu ejemplo: antes de tomar decisiones, antes de hablar o actuar, deseo poner todo en tus manos. Enséñame a buscar la voluntad del Padre en cada paso y a escuchar su voz en medio del ruido del mundo. Amén.

Reflexión del Evangelio fue escrita por Juan Lara, miembro de Vivir en Cristo.

El Evangelio de hoy nos enseña que antes de tomar cualquier decisión o tarea importante, debemos buscar la guía de Dios, a través de la oración profunda y prolongada. En este pasaje, Jesús nos da un ejemplo claro de cómo y por qué debemos orar.

Antes de elegir a los doce apóstoles, una decisión clave para el futuro de su misión, Jesús se retiró al monte y durante toda la noche se dedicó a orar. Para Él estaba muy claro que todas sus decisiones debían de alinearse a la voluntad de Dios. Jesús nos enseña que la oración, no es un simple ritual o algo que se hace a la ligera, sino que requiere de una conversación íntima con Dios, que debe guiar nuestras decisiones más importantes.

Al terminar de orar, Jesús eligió a los Doce y les dio autoridad y poder para sanar y expulsar demonios. Esto nos muestra por qué la importancia en la toma de esa decisión. La elección determinaría también el éxito o el fracaso de su misión. Si aún no lo haces, pon en práctica esta enseñanza tan importante para la vida, dale prioridad a la oración antes de tomar decisiones, las grandes: el cambio de trabajo, el noviazgo, el matrimonio, la vida consagrada, hacer un viaje, hacer una inversión, poner una empresa; como también las pequeñas: cómo reaccionar ante una discusión, un conflicto o qué decir en una reunión.

Dedica un buen tiempo a la oración porque recuerda que el primer objetivo es escuchar qué es lo que Dios te quiere decir y qué cosas debes cambiar para que estés alineado a la voluntad de Dios en tu vida.  

Pregunta:

¿Dedico tiempo a orar antes de tomar decisiones importantes en mi vida?

Cita bíblica del día.

"No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca". (Juan 15,16)

A ti, oh, Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos; a ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles, Señor.
Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.