Alegre amanecer y día lleno de bendiciones. Nuestra esperanza se fortalece al clarear del nuevo día. Te damos infinitas gracias porque hoy nos levantamos en tu santo nombre.
Para ser tus discípulos no es suficiente saber sobre tu vida o escuchar tu palabra. Tú mismo nos dices de tantas maneras que tenemos que vivir como verdaderos discípulos tuyos y encarnar tu palabra en nuestras vidas; de no ser así, es como si no te conociéramos y Tú no nos conocieras.
Sabemos que hay pobres a nuestro lado y gente que sufre la soledad, la tristeza y la dureza de corazón de otros. No permitas que permanezcamos indiferentes a sus situaciones, sino danos el valor para compartir con ellos y ser la voz de los sin voz. Haz nuestra fe profunda y comprometida para que tú nos reconozcas como verdaderos hermanos. Permítenos hoy, como dice San Pablo, que el Espíritu venga en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene. Ayúdanos, Señor, a esforzarnos para entrar por la puerta estrecha del servicio, la solidaridad, el amor y la entrega generosa. Permítenos, Señor, ser primeros en amar y servir de manera desinteresada. Amén.
Bendícenos abundantemente en este día y protégenos con tu presencia. Un muy feliz y servicial miércoles. Abrazos y bendiciones.
Palabra del Papa
«La Iglesia no nace aislada, nace universal, una, católica, con una identidad precisa, abierta a todos, no cerrada, una identidad que abraza al mundo entero, sin excluir a nadie. A nadie la madre Iglesia cierra la puerta en la cara, ¡a nadie! Ni siquiera al más pecador, ¡a nadie! Y esto por la fuerza, por la gracia del Espíritu Santo. La madre Iglesia abre, abre de par en par sus puertas a todos porque es madre». (Papa Francisco Regina cœli 24 de mayo de 2015).
Oración de preparación
Señor, Tú recorres los pueblos y aldeas enseñando el camino que lleva a la Vida, y me invitas a entrar por la puerta estrecha del amor y de la fidelidad. Hoy quiero responder a esa llamada con un corazón sencillo, decidido a dejar atrás lo que me ata y a seguirte con humildad. Sé que no basta con escucharte, sino con vivir tu palabra, servir, amar y perdonar de verdad. Amén.
Reflexión del Evangelio fue escrita por Paola Treviño, consagrada del Regnum Christi
Le preguntan a Cristo que quién se puede salvar, y su respuesta es tajante: ‘Pocos, pocos se salvarán, los que entren por la puerta angosta’. Podríamos ver este Evangelio como contradicciones de Cristo: Él viene para que todos se salven, para traer la Buena Nueva, y pocos son los que se salvan nos dice el día de hoy.
En realidad, no, porque quien da su poco, es decir, su mucho, su todo, quien da lo que tiene, sin aparentar, sin pretender, ése está entrando por la puerta estrecha que es la humildad.
Y podemos decir, pues pocos podrán, pero yo quiero ser de esos pocos. Quien da sin esperar nada a cambio, quien perdona, quien ama, quien acoge, quien sufre con confianza y esperanza, quien se entrega día a día; quien hace eso y más con un poquito de amor, sin levantarse el cuello, sin sentirse muy importante, sin ser el centro de la mesa, entonces ése es de aquéllos a quienes Cristo habla: ‘los últimos serán los primeros y de ellos es el Reino de los Cielos’.
Pregunta:
¿Qué cosas o actitudes me impiden pasar por la "puerta estrecha"?
