Qué hermoso despertar nos regalas en este día, primero de la semana y último del mes. Al abrir nuestros ojos y corazones lo único que tenemos es para decirte: ¡Gracias! Por el don de la vida, la salud; porque iniciaremos nuestras labores, teniendo en cuenta todo lo bello y hermoso que hemos vivido y compartido: las alegrías y tristezas, ellas formaron parte de este mes que terminamos.
El inicio de noviembre nos avisa que nuestro año se va terminando, pero por ahora seguiremos sirviendo y amando con los mismos sentimientos tuyos. Estaremos dispuestos y con corazón disponible a iniciar nuestras labores. Te pedimos que nos regocijemos contigo y que acojamos a todos con brazos abiertos: a fuertes y débiles, a pobres y ricos, a los que están en soledad y tristeza; que ojalá todos acepten tu invitación. Ayúdanos a que todos tengamos un mismo amor y un mismo sentir para que nuestra forma de actuar en esta semana sea de verdadera generosidad y humildad dando lo mejor de nosotros para los demás. Que este último día de mes sea de optimismo; que al iniciar la semana, la semilla esperanzadora sea nuestra mejor siembra de ilusiones y tú, Señor, seas quien la riegue para que dé frutos de amor. Tengamos muy presente las palabras de san Pablo: «No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todo el interés de los demás».
Un muy feliz lunes y término de mes. Que nuestra Madre nos ayude e interceda por nosotros.
ORACIÓN PARA INICIAR NUESTRA SEMANA
A través de esta oración, Padre amado, quisiera entregarte la semana que inicia. La pongo en tus manos, pues al hacerlo sé que cada experiencia que viva tiene una razón de ser y busca mi crecimiento espiritual. Protégeme de todo lo negativo tangible e intangible. Te lo pido, Señor. Protege mi hogar y mi familia. Envía a mi lado cientos de tus ángeles para que me acompañen en todo momento y me guíen hacia ti, Padre Celestial.
Te pido, Señor, que me des salud física, mental, emocional y espiritual esta semana para así tener la energía necesaria para hacer aquello que tú quieras que haga. Trae a mi vida personas buenas a quienes yo pueda servir y que deseen servirme por igual, Padre Amado. Y te pido que me permitas recibir todo aquello que necesito para vivir digna y tranquilamente sin esfuerzo.
Que esta semana me permita continuar creciendo y actuando como tú quieres que lo haga, Señor y Dios mío.
Gracias, Padre celestial, por escucharme. Sé que lo has hecho y que Tú y tus ángeles estarán conmigo en todo momento. Alabado seas hoy y siempre. Amén.
