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4-jun.-2024, martes de la 9.ª semana del Tiempo Ordinario

Iniciamos esta semana con fe en las palabras del apóstol Pedro porque en verdad “esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habite la justicia”.

Al despertar de un nuevo día elevamos nuestras oraciones para darte gracias y esperanzados iniciamos nuestras labores; emprendemos el camino a nuestras actividades laborales después de haber disfrutado este descanso de puente. Iniciamos esta semana con fe en las palabras del Apóstol Pedro porque en verdad “esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habite la justicia”. Danos la gracia de no adaptar tu Palabra a la lógica del mundo, sino que vivamos tu lógica: lo que es de Dios es de Dios. Lo que es tuyo, es el servicio, el amor, la disponibilidad, la entrega y la fraternidad. Nada más necesitamos ver tu Rostro misericordioso para saber que lo tuyo es lo nuestro. Danos la fortaleza para que en nuestros trabajos y actividades seamos fieles a tu voluntad, reiniciando esta semana con mucha fe y esperanza y confiados en tu presencia y realizando nuestras obras y acciones. Te pedimos la fortaleza y la confianza para que siempre veamos el Rostro Misericordioso de Nuestro Padre celestial y tu imagen bondadosa. Nuestro inicio de día sea para darte gracias y glorificarte en muestras acciones e intenciones. 

Feliz martes. 

Pensamientos para el Evangelio de hoy

* «Que las autoridades ejerzan con paz, mansedumbre y piedad el poder que Dios les ha dado» (san Clemente de Roma).

* «El César no lo es todo. Existe otra soberanía, cuyo origen y esencia no son de este mundo, sino de “arriba”: la de la Verdad, que con respecto al Estado tiene derecho a ser escuchada» (Benedicto XVI).

* «Desde el comienzo de la historia cristiana, la afirmación del señorío de Jesús sobre el mundo y sobre la historia significa también reconocer que el hombre no debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a ningún poder terrenal, sino sólo a Dios Padre y al Señor Jesucristo: César no es el ‘Señor’ (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 450)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.