En este día te podemos dar gracias por tu bondad y gratuidad, por la vida y por el inicio de esta jornada que ponemos en tus manos, con todas las actividades que llevaremos adelante, gracias a que nos das salud y deseos de hacer las cosas con voluntad y buenas actitudes. Que el camino a recorrer sea en medio de pétalos de esperanza y si encontramos espinas que no sean de dolor sino de sacrificio agradable. Que podamos vencer los obstáculos ya que vamos tomados de tu mano. En este día, nuestras palabras sean dulces a los oídos de nuestros hermanos; que nos dirijamos a ellos en abrazos de consuelo y fraternidad. En nuestras tribulaciones y dificultades, las cuales te pedimos las podamos superar, Permite que nuestra oración sea como la de Tobit: «Acuérdate de mí, Señor, y ten piedad de mí. No me castigues por mis pecados, no tomes en cuenta mis faltas ni las de mis padres» (To 3, 3).
En el amor y la protección de La Santísima Madre le pedimos a ella su intercesión. Bendícenos, guárdanos y protégenos. Amén.
Haz fructíferas las obras de nuestras manos en este miércoles y condúcenos por caminos de fe y esperanza.